El lenguaje es una parte fundamental de la ciencia, no se puede aprender una ciencia sin conocer el lenguaje en el que esta se expresa. No se trata de un lenguaje arcano y su finalidad no es la de no ser entendido por otros, sino la de ser riguroso y preciso.
El léxico científico es el resultado de 2500 años de pensamiento, desde el siglo V a.C. hasta la actualidad. Su procedencia se debe principalmente a las lenguas clásicas árabe, griego y latín.
Por mucho tiempo, el griego fue utilizado como el idioma de las ciencias durante el periodo clásico, ya que Grecia fue una civilización que se preocupó por expandir el léxico científico y unificar los términos tomados del léxico coloquial común. Cuando Roma se convirtió en el centro de Occidente, muchos sabios griegos se trasladaron a la metrópolis y se convirtieron en maestros de las distintas ciencias, difundiendo los términos que ellos usaban por las tierras conquistadas.
Al paso del tiempo, el latín, idioma oficial del imperio, se impuso en algunas especialidades como el derecho, la administración, el comercio y la teología. Esto se mantuvo así hasta que la influencia de Medio Oriente comenzó a penetrar en Europa. Siglos después, en el Renacimiento, el lenguaje científico tuvo la intervención del árabe en algunas ciencias como las matemáticas y la astrología, razón por la que ahora se usan palabras como álgebra y algoritmo, el prefijo “al-” proviene de ahí.
En los siglos XV al XVII, en España, las ciencias que surgieron se vieron invadidas por términos coloquiales, pues no había términos en latín que las representaran. A partir de esa época, la lengua vulgar se difundió más en materias como la historia y el latín se convirtió en el vehículo de las ciencias exactas.
En resumen, el lenguaje técnico científico lo utiliza solo una comunidad específica que ha recibido preparación previa y es propio de actividades científicas y profesionales. Cada disciplina se caracteriza por utilizar prefijos, sufijos del latín al griego principalmente y, en la actualidad, el lenguaje se ha adecuado con el manejo de idiomas como el inglés, alemán y francés.