La vida está llena de intercambios verbales. Hablamos, leemos, escribimos para ponernos de acuerdo, para tomar decisiones, para acceder al conocimiento y generarlo. Somos las palabras que usamos; somos a través del lenguaje que empleamos para representar lo que creemos y lo que sabemos. Posiblemente, el hecho de que aceptemos como cierto que el lenguaje es el eje de la vida humana sería razón suficiente para creer que hablar, leer y escribir son tan naturales que no se necesita instrucción alguna para hacerlo bien.
Sin embargo, la vida se divide en muchos espacios independientes que se rigen por sus propias normas: comparten con la lengua las convenciones elementales, pero discrepan en la manera en que priorizan la información, en que representan la realidad, en que refieren al conocimiento producido por otros. Y de eso se trata este Centro de Escritura, de tener un espacio en que la comunidad académica pueda recibir orientación y acompañamiento cuando desarrolla alguna tarea de escritura (o de lectura); al crearlo, se asume que escribir, leer, hablar son actividades sociales y que lo óptimo es contar con alguien que, tomando el rol de compañero crítico, pueda recomendar formas de expresión apegadas a las normas que los ámbitos académico y científico demandan.
Desde la década de los 80, el Tecnológico de Monterrey ha organizado cursos de escritura académica en español y en inglés para asegurar que sus egresados sean capaces de comunicarse de manera eficiente en estos idiomas; hoy, las demandas comunicacionales del siglo XXI y las formas discursivas que han surgido como resultado de la difusión del conocimiento en internet han puesto el acento en la necesidad de contar con un recurso de aprendizaje adicional, uno que oriente la competencia comunicativa hacia los estándares que demandan la ciencia y la sociedad; uno que refuerce las normas propias de las formas académicas convencionales y que establezca las vías para que el usuario encuentre su voz y amplíe su propio repertorio de expresión con los géneros discursivos que paulatinamente se están incorporando al ecosistema comunicacional.
Celebro esta iniciativa con la certeza de que es posible acompañar el proceso de escritura, de que es posible encontrarse en la escritura. Quizá no tenemos todas las respuestas; sin embargo, tenemos la experiencia y la voluntad para ayudarte a encontrarlas. Bienvenidos.
Robertha Leal Isida
Fundadora y directora nacional del Centro de Escritura
del Tecnológico de Monterrey
Discurso inaugural, septiembre de 2017