“Lo puedo usar, está en Internet, es de todos”, “esto lo hizo mi amigo, lo puedo compartir libremente” son aseveraciones comunes respecto al uso de fotos, gráficos e incluso videos o música, tanto en trabajos académicos, como a título personal y son sumamente imprecisas.
Si bien el tema de derechos de autor y propiedad intelectual puede resultar confuso, dado que se utiliza un lenguaje especializado y términos técnicos que muchas veces no son comprensibles, en el mundo actual es indispensable informarse, sobre todo porque los contenidos son compartidos a una velocidad acelerada. ¿Cómo hacer uso correcto del material? Una solución es aprovechar los recursos que ofrecen iniciativas como Creative Commons, que pretende “ayudar a los usuarios a compartir y usar legalmente su conocimiento y creatividad para construir un mundo más equitativo, accesible, e innovador” (Creative Commons, 2018), o bien, hacer una petición y cesión formal de derechos.
A continuación, se desmitifican algunas creencias comunes respecto al correcto uso de contenidos de terceros.
Creative Commons, 2017
Mito #1. Si un contenido está en Internet, es libre de derechos, por lo que puede alterarse, compartirse y replicarse con cualquier fin porque fue colocado en la red para su difusión de manera voluntaria, no hay quien lo regule y no cuenta con restricciones para su uso.
Realidad. El Estado protege a quien crea obras literarias o artísticas (texto, fotos, ilustraciones, etc.) para que goce de beneficios y privilegios por el producto que elaboró. Estrictamente hablando, el artículo 13 de la Ley Federal del Derecho de Autor indica que el uso de las creaciones es exclusivo del autor a menos que exista un permiso o cesión de por medio, esto no implica que haya una restricción total sobre el documento, solo que se debe considerar el correcto uso de acuerdo con los fines que tendrá el material: comerciales o no comerciales.
La mejor forma para asegurar el no incurrir en fallos es revisar la licencia del documento, imagen o audio que se va a usar desde cualquier sitio web. Una avenida que facilita esta búsqueda es la localización del sello CC (Creative Commons), el cual indica, directamente, si el material que se desea usar tiene alguna condición sobre la forma o el costo de compartirlo.
Mito #2. El contenido que se desea utilizar fue elaborado por un amigo o familiar así que es posible utilizarlo sin mayor trámite gracias a la confianza que existe.
Realidad. No importa la relación que se tenga con el creador de una obra original, se requiere pedir permiso para el uso de la misma; de preferencia, a través de una carta o instrumento legal que explícitamente indique el deseo del creador del material de ceder o permitir la explotación de su obra y los fines de su uso.
Documentos recomendados:
Diario Oficial de la Federación. (1996). Ley Federal del Derecho de Autor, DOF. Recuperado de http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4907028&fecha=24/12/1996
ITESM. (2016). Política para la administración, gestión y compensación de los desarrollos de propiedad intelectual. Recuperado de https://miespacio.itesm.mx
Creative Commons. (2018). What we do. Recuperado de https://creativecommons.org/about/