La primera vez que busqué información para una monografía universitaria, no tenía idea sobre cómo investigar; por accidente utilicé una fuente de muy dudosa procedencia: usé un blog con opiniones subjetivas, sin bibliografía y lleno de anuncios. Naturalmente, mi calificación se vio afectada. Desde entonces, me prometí usar únicamente fuentes confiables. Pero en Internet la cantidad de información es inmensa, así que ¿cómo identificamos que una fuente es confiable?
Lópéz Bermúdez (2017) señala que internet es una gran herramienta de investigación, pero lamentablemente no siempre es ciertaconfiable. Al final, no todos generan contenidos honestos, responsables y útiles. Por eso, aquí tienes algunos criterios clave para evaluar fuentes en línea:
En primer lugar, el nombre y la ocupación del autor deben mencionarse. Lee sobre la experiencia que lo legitima para escribir sobre el tema. Busca información sobre su formación en los apartados de “Contacto” o “¿Quiénes somos?”. De manera externa, siempre conviene indagar si el autor ha hecho otras publicaciones. En resumen, ¿quién es este autor o autora en el campo académico y qué tan calificado está en el tema que propone?
Luego puedes analizar la objetividad de la página. Examina si la información es emitida por una institución u organización de prestigio. Por favor, revisa que no haya publicidad ni anuncios emergentes. Ser objetivo significa que el contenido de la página debe coincidir con lo que declara ofrecer. Las páginas confiables no buscan entretener ni externar prejuicios, por lo que es necesario que estén afiliados a organizaciones serias y que tengan aprobación oficial. De igual manera, es pertinente cuestionarte las razones por las que esa página está publicada. ¿Vende algún producto, está escrito como pasatiempo u ofrece un servicio? Si su propósito no se alínea con tu investigación, quizá no sea la mejor fuente.
Considera también que el contenido debe estar bien escrito, con fundamentos sólidos y referencias claras. Es crucial que la escritura exprese fiabilidad y credibilidad, y que las fuentes citadas tengan enlaces vigentes. Las mejores bibliografías contienen tesis doctorales, libros académicos, publicaciones de revistas arbitradas, ensayos críticos o artículos de investigación. Por último, verifica las fechas de publicación, es importante que tanto las páginas web como las fuentes citadas estén actualizadas. La información más reciente suele ser más relevante y precisa para tus trabajos.
Como estudiante universitario, tu tarea es ser crítico. Aprende a comparar tus fuentes y selecciona tu material de apoyo de acuerdo con tu objetivo de investigación y al tipo de escrito académico que debas realizar. Elegir bien no solo mejora tus trabajos, también te entrena como investigador académico.
Referencia
López Bermúdez, J. G. (2017). Cómo reconocer fuentes confiables en Internet. Infotecarios. https://www.infotecarios.com/reconocer-fuentes-confiables-internet/